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Desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL, Sindicato más representativo en el ámbito de los Servicios Sociales de gestión pública de la Comunidad de Madrid, reclamamos medidas adecuadas, referentes a la ampliación de las plantillas, a las autoridades sanitarias y políticas competentes, así como la necesidad de ampliar los recursos materiales pertinentes en estos momentos para que los casi 10.000 empleados sanitarios y no sanitarios que trabajan con personas mayores, con discapacidad o menores en los centros de la AMAS (Consejería de Familia, Juventud y Política Social) puedan desarrollar sus tareas diarias con las máximas garantías de seguridad, tanto para ellos mismos como para sus residentes. 

En estos centros, se dispensa de manera habitual atención sanitaria y cuidados especializados diarios, con alto grado de dependencia, la mayoría de ellos, y con múltiples patologías, entre otros. A esta delicada situación, ahora se añade la atención y cuidados propios derivados de la última ola por Covid-19, Esta misma consideración general es aplicable a los centros de atención a menores y personal con discapacidad, como advertíamos.

Un año más, y debido a la mala planificación y gestión de la Administración, nos volvemos a encontrar con centros colapsados, ya que las plantillas son totalmente deficitarias (en todas las categorías laborales), no se están cubriendo las bajas y las suplencias están bajo mínimos. Los profesionales en activo, que continúan dando el 100%, no aguantan más estas condiciones laborales a las que se ven sometidos, pues el estrés y las circunstancias hacen que muchos de ellos enfermen. En reiteradas ocasiones, esta Organización Sindical ha solicitado que se cubran todas las vacantes, pero antes, ofertarlas a cambios de turno entre el personal de cada centro, y, por otro lado, una mejora de empleo para que el personal fijo pueda pasar de contrato a tiempo parcial a completo.

Ante este escenario, CSIT UNIÓN PROFESIONAL espera que los trabajadores que desempeñan su actividad laboral en estos centros de la AMAS, dispongan, con la mayor celeridad posible, de suficiente personal y recursos materiales para ofrecer una adecuada atención.

Es inadmisible este comportamiento hacia este colectivo. Urge que se dé la visibilidad y el reconocimiento que merece el trabajo que, día a día, realizan estos profesionales, circunstancia que se ha de valorar aún más, tras el comienzo de la pandemia.